Valoración de la autopsia psicológicaprotocolo de actuación (VAAP)
- Dorrío Lourido, Beatriz
- Miguel Clemente Director
- Pablo Espinosa Director
Universidade de defensa: Universidade da Coruña
Fecha de defensa: 29 de novembro de 2013
- José Romay Martínez Presidente/a
- María del Carmen Cano Secretario/a
- Manuel Gandoy Crego Vogal
- María Lameiras Fernández Vogal
Tipo: Tese
Resumo
El objetivo de esta investigación fue crear una batería de pruebas basadas en los modelos clásicos, técnicas, procedimientos y pruebas publicadas sobre la Autopsia Psicológica para discernir sobre las causas de la muerte de forma objetiva. En el ámbito general en la revisión teórica de esta investigación se aportó una visión multidisciplinar relatando investigaciones referentes al ámbito criminológico (como el escenario del crimen) o de la muerte (describiendo sus procesos). Tras la revisión teórica de estos aspectos generales, en esta investigación se profundizó específicamente en la Psicología Jurídica para aportar un mayor esclarecimiento de la Autopsia Psicológica. La Psicología Jurídica es una de las manifestaciones actuales de la interpretación entre psicología y el derecho. La investigación sobre víctimas o recuerdo de acontecimientos son áreas de estudio de este campo relevantes para la presente investigación Para finalizar la revisión teórica se valoró la información sobre la pericia psicológica como opinión objetiva e imparcial de un técnico que, sirviéndose de conocimientos e instrumentos científicos elabora un documento en el que expresa su percepción acerca de la existencia de un hecho o de la naturaleza del mismo. La Autopsia Psicológica se abordó exploración retrospectiva e indirecta de la personalidad y de la vida de una persona ya fallecida. Por medio de la Autopsia Psicológica se trata de hacer una evaluación psicológica después de la muerte: cómo era la víctima en vida, su comportamiento y estado mental.. Esto se realiza través una reconstrucción social, psicológica y biológica post mortem. Las aplicaciones de la Autopsia Psicológica varían según los factores que determinan la conducta suicida, homicida o accidentológicas. Tras la revisión teórica, se elaboró la batería de Autopsia Psicológica (VAAP), validada para una muestra representativa de 360 participantes. Los resultados obtenidos en este estudio permiten concluir que existen aspectos que ayudan a definir rasgos significativos para diferenciar el tipo de muerte. Los instrumentos empleados fueron test estandarizados que miden áreas como: trastornos mentales orgánicos (mediante el test del informador de Korten, diseñado por Jorm y Korten en 1988), trastorno por consumo de sustancias y alcohol (mediante la escala de adicción general de Ramos en 2001 y el Audit de Saunders en 1993), trastornos del humor (mediante la escala de manía de Young en el año 1982 y el inventario de depresión de Beck revisada en España por Vázquez en 2000), la evaluación suicida (mediante la escala de riesgo suicida de Plutchik en el año 1989 y la escala de intencionalidad suicida de Beck en 1974), valoración de situaciones de estrés (mediante cuestionario de Ansiedad de Hamilton editado por Echeburúa y Corral en 1998) junto a la valoración del estrés percibido, trastornos de la personalidad (mediante escala de impulsividad de Barratt en 1995, la escala de búsqueda de sensaciones de Zuckerman en 1978, el inventario de hostilidad de Buss-Durkee editado por Echeburúa y Corral en 1998, la autoestima de Rosenberg en el año 1989 y el cuestionario IPDE desarrollado por la OMS en 1992), la valoración de los trastornos socio - familiar (mediante la escala de apoyo social y el estrés de Duke publicado por Bellon-Saameno en 1996 y el índice de sucesos vitales de Meyer en 1995) y por último se describen las características de identificación del escenario. En lo que respecta al procedimiento del estudio, los 30 primeros participantes (participantes objetivo) fueron seleccionados por intento de suicidio y se les administró la batería de forma directa. En este grupo se citó posteriormente a tres respondientes por participante; es decir, se entrevistaron a 90 sujetos que tenían una relación de familia, convivencia, amistad y/o relación laboral, y se les administró la batería transformada. Como los datos aportados por los 30 participantes son coincidentes con los descritos en la prueba por los 3 respondientes relacionados con cada uno, consideramos la batería valida e iniciamos la segunda fase. En la segunda fase, se crearon otros tres grupos de acuerdo con el tipo de fallecimiento del participante Los tres grupos estuvieron compuestos por 90 respondientes de participantes con historial suicida (3 para cada uno), 90 respondientes de participantes con historial por intento de homicidio doméstico y 90 respondientes de participantes con historial por accidente, de forma que se realizaron 270 entrevistas en la segunda fase. Tras analizar los resultados se obtuvieron las siguientes conclusiones: - Los datos reflejan que cualquier informante no es válido a la hora de hablar del intento de suicidio. Las diferencias indican que los respondientes suelen infravalorar las información relevante excepto en los rasgos de personalidad. - Los resultados obtenidos con el grupo de intento de homicidio, muestran que los test proporcionan información relevante para este tipo de víctimas - Cuando se habla de los informantes, los resultados del estudio han mostrado que la familia de primer grado (los informantes que ven al sujeto de estudio con una frecuencia diaria) aporta información valiosa en una gran variedad de variables. - El instrumento de medida (VAAP) aporta información significativa y objetiva que permite identificar diferencias en los casos de muerte dudosa entre homicidio por violencia de género, accidente y suicidio. - Las revisiones teóricas presentan claras distinciones entre las tentativas de suicidios y los suicidios consumados (en los primeros suelen ser llamadas de atención). Se verifica en los resultados que los intentos de suicidio y los suicidios consumados presentan características distintas.