Estudio epidemiológico de los factores de riesgo psicológicos y de comportamiento de la dismenorrea
- Dorrego Leal, Mª Jesús
- Carlos Regueira Méndez Director
- Bahi Takkouche Director
Universidade de defensa: Universidade de Santiago de Compostela
Fecha de defensa: 05 de marzo de 2015
- Juan Jesús Gestal Otero Presidente
- Alberto Ruano Raviña Secretario
- Gloria Seguranyes Guillot Vogal
- Francisca Fariña Rivera Vogal
- José Luis García Soidán Vogal
Tipo: Tese
Resumo
Se diseñó un estudio de casos y controles para examinar la influencia en la aparición de episodios de dismenorrea primaria de algunos factores psicológicos (estrés percibido, ánimo negativo y neuroticismo); el estilo de vida (vespertinidad y hábitos de sueño) y el apoyo social de las mujeres de nuestra población. Se incluyeron 568 participantes, de las cuales 284 eran casos de dismenorrea primaria y 284 eran controles pareados por edad. En nuestro estudio el estrés percibido, el grado de apoyo social, el patrón horario vespertino y la siesta no ejercen influencia sobre el riesgo de dismenorrea primaria. Ninguna estrategia de afrontamiento al estrés ha mostrado efecto protector, sin embargo buscar el apoyo instrumental, duplica el riesgo de dismenorrea primaria (OR=2,38; IC95%: 1,21-4,70). Se constituyeron como factores de riesgo los grados medios de neuroticismo y los altos grados de ánimo negativo (OR=2,06; IC95%: 1,11-3,83), (OR=2,41; IC95%: 1,26-4,58), incrementando más de dos veces y dos veces y media respectivamente el riesgo de dismenorrea primaria. Asimismo, observamos que dormir menos de 6 horas diarias triplica el riesgo (OR=3,12; IC95%:1,50-6,49). Por el contrario, el mayor grado de satisfacción con el sueño nocturno ejerce un efecto protector, disminuyendo el riesgo en un 73% (OR=0,27; IC95%:0,13-0,57). Podemos concluir que la activación de las vías inflamatorias es uno de los mecanismos biológicos que une las variables ánimo negativo, neuroticismo y escasez de sueño con la dismenorrea primaria. Otro mecanismo es el déficit de secreción de melatonina asociada a los trastornos del sueño que en último término conduce a un estado proinflamatorio. Del mismo modo, aunque de forma inversa, la satisfacción con el sueño nocturno es un factor protector.