Efectos adversos desencadenados por el uso de terapias biológicas clasificación, caracterización y manejo clínico
- Antonio Coca Payeras Codirector/a
- Manuel Ramos Casals Codirector/a
Universidad de defensa: Universitat de Barcelona
Fecha de defensa: 08 de diciembre de 2012
- Munther A. Khamashta Presidente/a
- Antoni Sisó Almirall Secretario/a
- María José Cuadrado Ortiz Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Los agentes biológicos son un grupo de fármacos cada vez más utilizados en la práctica clínica diaria en pacientes con enfermedades reumatológicas, digestivas, dermatológicas y autoinmunes sistémicas. A pesar de su eficacia, su uso se ha relacionado con la aparición de diversas complicaciones entre las que destacan los procesos infecciosos, la inducción de procesos autoinmunes ¿paradójicos¿ o la reactivación de infecciones víricas crónicas preexistentes, entre otros. Los resultados del registro multicéntrico nacional BIOGEAS de la Sociedad Española de Medicina Interna muestra que el uso fuera de indicación de rituximab se centra en el paciente con enfermedad autoinmune sistémica y afectación grave y/o refractaria al tratamiento estándar (falta de respuesta o intolerancia a los corticoides y al menos a dos agentes inmunosupresores). En este contexto, el registro muestra un balance aceptable entre la eficacia clínica (casi 80%) y los efectos adversos (16%).4 La infección es la complicación más frecuente del paciente con enfermedad autoinmune sistémica tratado con terapias biológicas. Las infecciones del tracto respiratorio inferior o urinario, junto con la bacteriemia o la sepsis, fueron las responsables del 75% de las infecciones graves, identificándose un microorganismo responsable en más del 50% de los episodios. La enfermedad intersticial pulmonar inducida por terapias biológicas se relaciona prácticamente en su totalidad con los fármacos anti TNF-¿, con un total de 122 casos publicados hasta el momento actual. La existencia de una enfermedad pulmonar intersticial pre-existente se encontró en una frecuencia tres veces superior en los pacientes que fallecieron por dicha complicación. El 16% de los pacientes con infección por virus de la hepatitis B presentan una reactivación de la infección vírica tras el inicio de tratamiento con fármacos anti TNF-¿. De estos pacientes, el 80% eran portadores del HBsAg, en los que el uso de terapias anti TNF-¿ se asoció con una frecuencia importante de enfermedad hepática (elevación de transaminasas, signos y síntomas de hepatopatía) con una tasa de mortalidad del 5%. Los resultados obtenidos en los trabajos publicados que componen la presente Tesis Doctoral permiten la propuesta de una serie de recomendaciones para la práctica clínica sobre el uso de las terapias biológicas, tanto antes como durante el tratamiento. Antes de iniciar un tratamiento biológico es aconsejable realizar una cuidadosa evaluación clínica, fundamentalmente en relación con la posible existencia de una enfermedad autoinmune o pulmonar intersticial previa, además de un estudio virológico que en el caso del VHB debe incluir la determinación de los marcadores HBsAg, HBcAc y HBsAc (además de determinar la carga viral en los pacientes con HBsAg+). Durante el tratamiento, la principal complicación a monitorizar es la aparición de una infección no oportunista