Conducta del médico ante el mal control de la hipertensión arterial. Aportaciones de los estudios PRESCAP 2002 y PRESCAP 2006 al conocimiento de la inercia terapéutica en España
- Llisterri Caro, José Luis
- Rodríguez Roca, Gustavo C.
- Pérez Llamas, Miguel
- Divisón Garrote, Juan Antonio
- Barrios Alonso, Vivencio
- Lou Arnal, Salvador
- Sánchez Ruiz, Tomás
- Prieto Díaz, Miguel Ángel
- Durá Belinchón, Rafael
- Santos Rodríguez, José Antonio
- Beato Fernández, P.
- Banegas Banegas, José Ramón
- Ferreiro Madueño, Manuel
ISSN: 1138-3593
Año de publicación: 2010
Número: 6
Páginas: 336-341
Tipo: Artículo
Otras publicaciones en: Semergen: revista española de medicina de familia
Resumen
En España tan solo 4 de cada 10 hipertensos tratados con fármacos antihipertensivos que reciben asistencia sanitaria en Atención Primaria tienen bien controlada la PA. La inercia terapéutica está reconocida como una de las principales causas de mal control de la HTA y de otras enfermedades crónicas. Los PRESCAP fueron estudios tranversales y multicéntricos diseñados para estimación de prevalencias, que se realizaron en los años 2002 y 2006 con la misma metodolología en poblaciones similares asistidas en AP. Uno de los objetivos de ambos estudios fue analizar la conducta terapéutica del médico ante pacientes mal controlados (PA sistólica o diastólica ?140 o ?90mmHg, respectivamente, en población hipertensa en general, o PA?130 o ?80mmHg en pacientes con diabetes, nefropatía o enfermedad cardiovascular). El estudio PRESCAP 2002 mostró que el porcentaje de pacientes con inadecuado control de la PA en los que el médico modificó la pauta terapéutica fue del 18,3% (IC 95%: 17,5-19,1), siendo el cambio de fármaco la opción más elegida (47%), seguida de la combinación (34,7%) y del aumento de dosis (18,3%). En el estudio PRESCAP 2006 el médico modificó el tratamiento en el 30,4% (IC 95%: 29,2-31,6) de los sujetos mal controlados, resultando las acciones más frecuentemente llevadas a cabo la combinación con otro fármaco (46,3%), el incremento de dosis (26,1%) y la sustitución del antihipertensivo (22,8%). La percepción de buen control de la PA por parte del médico fue la variable que más se relacionó con la no modificación del tratamiento farmacológico. Aunque la conducta terapéutica del médico dista de ser idónea, nuestros resultados parecen indicar que se ha producido una mejora importante en la inercia terapéutica de los médicos de Atención Primaria ante los hipertensos mal controlados que siguen tratamiento farmacológico antihipertensivo