Experiencia inicial en estimulación de rama izquierda tras implante de prótesis aórtica percutánea
- Manuel López Pérez 1
- Sebastián Giacoman Hernández 2
- Teresa Gil Jiménez 3
- María Algarra 4
- J. Caballero Borrego 3
- JM Lozano Herrera 3
- 1 Unidad de Hemodinámica, Servicio de Cardiología, Hospital Universitario Clínico San Cecilio, Granada, España
- 2 Unidad de Arritmias, Hospital Universitario Clínico San Cecilio, Granada, España
- 3 Unidad de Hemodinámica, Hospital Universitario Clínico San Cecilio, Granada, España
- 4 nidad de Arritmias, Hospital Universitario Clínico San Cecilio, Granada, España
ISSN: 2604-7276, 2604-7306
Year of publication: 2021
Volume: 3
Issue: 4
Pages: 34-34
Type: Article
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Abstract
Introducción y objetivos: La necesidad de marcapasos tras el implante de prótesis aórticas percutáneas (TAVI) continúa siendo una complicación frecuente que se relaciona con peores resultados a largo plazo. La estimulación de rama izquierda (ERI) es una modalidad de estimulación fisiológica que podría evitarlo. El objetivo de nuestro estudio fue evaluar la eficacia y la seguridad de la ERI tras TAVI. Métodos: Estudio observacional prospectivo de los pacientes con necesidad de marcapasos tras TAVI en los que se realizó ERI. Resultados: En abril y mayo de 2021 se implantaron 3 marcapasos mediante ERI tras TAVI. La edad media de los pacientes era de 86,7 ± 2,5 años. La indicación de marcapasos fue bloqueo auriculoventricular completo en los 3 casos; 2 pacientes presentaban además bloqueo completo de rama izquierda pos-TAVI. Se implantaron 2 marcapasos bicamerales y 1 monocameral. Los 3 implantes se realizaron con éxito. El umbral de captura medio fue de 1,03 ± 0,8 V × 1 ms, el tiempo de escopia fue de 12,3 ± 6,7 minutos y la dosis de escopia total media fue de 2,68 ± 1,2 mGy/m2. El QRS estimulado medio fue de 112 ± 17,4 ms, significativamente menor que el QRS basal preimplante (media 161,3 ± 2,3 ms; p = 0,036) (figura 1). No hubo complicaciones agudas posimplante ni al alta. Conclusiones: La ERI tras TAVI es un procedimiento seguro y eficaz que podría reducir las complicaciones derivadas de la estimulación clásica a largo plazo, cobrando aún más importancia si queremos expandir la técnica TAVI a pacientes jóvenes y de bajo riesgo.